CENSURA O PURITANISMO

CENSURA O PURITANISMO? Los que juzgan son los consumidores...algunas de las campañas llevadas a cabo por marcas de prestigio que acabaron censuradas.



Un ejemplo de campaña con imágenes polémicas fue esta del actor Mark Wahlberg tocándose sus partes en un anuncio de Calvin Klein.




Apparel fue denunciada en el Reino Unido por una modelo que aparecía masturbándose.




Este anuncio de Giorgio Armani fue censurado por la Comunidad de Madrid al observar que "jugaba al límite de la incitación al turismo sexual".




En el Reino Unido varios carteles de Wanted se suprimieron de las calles por "incitar al uso de la violencia".



El número uno de la coalición ICV-EUiA por la provincia de Tarragona en las últimas elecciones generales y concejal del Ayuntamiento de Torredembarra, Lluís Suñé Morales, insta en un comentario colgado en su blog a apadrinar a los niños de Extremadura por “1.000 euros al mes”. En su particular forma de protestar contra el actual sistema de financiación autonómica, Lluís Suñé ilustra su post con una foto de dos niños medio desnudos y sucios, y dos lemas, uno en inglés: SOS Extremadura needs you (Extremadura te necesita) y otro en catalán: Un 8,7% del PIB catalán no es suficiente, apadrina un niño extremeño por 1.000 euros al mes. Suñé completa la mofa del fotomontaje con los logotipos del Gobierno de España y de Unicef.



De este modo tan controvertido anunciaron un concurso de diseño gráfico en Asturias. A pesar de que los medios no le dieron demasiado bombo, ciertos partidos políticos pusieron el grito en el cielo.



En 2007 el Instituto de la Mujer español obligó a Dolce & Gabbana a retirar un anuncio por "atentar contra los derechos de las mujeres y denigrar su imagen".




Yves Saint Laurent más polémico que nunca. Este modisto francés escandalizó al mundo con la publicidad que anunciaba su nuevo M7.





En Rusia una revista de economía llenó Moscú de carteles con el símbolo del euro montando al dólar. La editorial tuvo que retirarlos en el acto por inmoralidad




El Instituto de Política familiar de Catalunya pidió la retirada del cartel del Festival de Cine Gay y Lésbico de Barcelona, en el que se muestra a un niño con un lápiz en la boca.


En la apertura de la semana de la moda de Italia, la marca de ropa Nolita generó una gran polémica al mostrar este cartel de la modelo francesa Isabelle Caro, enferma de anorexia. Una imagen impactante "para que la gente sepa y vea lo que realmente es la anorexia", en palabras de la joven modelo de 24 años.



Este anuncio de ELLE, nos recuerda bastante al censurado por "Diario de una ninfómana".

La polémica está servida. En España se quiere seguir el ejemplo de Inglaterra e instaurar 'el bus ateo' por las calles de la capital. Con el texto "Probablemente, dios no existe. Deja de preocuparte y disfruta" una asociación atea pretende adoctrinar a los usuarios de la EMT. Agrupaciones religiosas se han sentido indignadas y ya amenazan con crear su propio 'bus religioso'.



La religión y la moda se han visto las caras en más de una ocasión y, muchas veces, bajo el foco de la polémica. En 2005 una campaña de Marithé and François Girbaud se prohibió en Italia. El anuncio reproducía La última cena de Da Vinci con mujeres y con un único y semidesnudo hombre. Se la juzgó como una intrusión gratuita en las creencias de mucha gente.



En el cine español vivimos la censura de un cartel de cine por los explícito de la imagen. La concesionaria de los autobuses de la EMT de Madrid vetó el cartel de "Diario de una ninfómana".


Este explícito anuncio de varias mujeres con un hombre en pleno acto sexual de la marca de ropa Diesel también fue censurado.
En Italia no gusto nada un anuncio contra la homofobia donde, de la muñeca de un recién nacido, colgaba una pulsera con la palabra "homosexual".


Este anuncio de la marca Gucci fue censurado por lo explícito de la posición de los jóvenes que parece que están a punto de realizar actos de tipo sexual.




La Autoridad de Normas Publicitarias, el organismo que vigila para que los anuncios no atenten contra la moral y el buen gusto, ordenó la retirada en Gran Bretaña de todos los carteles de Opium, el perfume de Yves Saint Laurent que muestra a una Sophie Dahl tumbada sobre terciopelo y vestida únicamente con unas sandalias doradas de tacón, una pulsera y un collar.